A mediados de febrero nos dirigimos a la desembocadura del río Llobregat con intención de dar un vistazo a ver qué nos encontrábamos.
En eBird pueden encontrarse listados con las especies habituales en la zona.
Me acompañó mi amigo Nico. Nico (de momento) no se ha animado a hacer fotos. Va con sus prismáticos, revisando cada rincón, y parece disfrutar de los paseos. Este recorrido es de unos 6.5 km, por lo que está bien si lo que apetece es pasear un poco.
Normalmente, nada más empezar suelen verse flamencos en el cauce del río Llobregat. No fue así en este caso. Habíamos recorrido aproximadamente 1 km por el margen derecho cuando nos encontramos las primeras aves, casi en la otra orilla. Había un par de flamencos (Phoenicopterus roseus) descansando:

Más adelante un pequeño grupo de gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus), mayormente jóvenes e inmaduras:

…una garza real (Ardea cinerea) en vuelo:

Y muy a lo lejos, en la otra orilla y con muy baja visibilidad, un par de garcetas (Egretta garzetta):

Seguimos con nuestro recorrido río abajo y nos llaman la atención unas redes, aparentemente de pesca. Quizá siempre han estado, pero no recordamos haberlas visto en otras ocasiones:

Un poco más abajo, ya cerca de la desembocadura, encontramos un ejemplar solitario de garceta grande (Egretta alba):

Y ya llegamos al final del río. En la desembocadura encontramos una pequeña colonia de cormoranes (Phalacrocorax carbo):

Llegamos al Mirador de la Desembocadura sin nada relevante que destacar. Nos encaminamos dirección al mirador del Aguait de Cal Tet.
Una vez allí, nos lo encontramos un poco más animado de lo habitual. Tostándose al sol de invierno había algunas cercetas (Anas crecca) y cucharas (Anas clypeata):
Así como varios y espléndidos ánsares (Anser anser):

Hasta algún cormorán (Phalacrocorax carbo) haciendo gimnasia!

Una bandada de avefrías (Vanellus vanellus) llegó, sin intención de quedarse:

… al igual que un grupo de escolares, a los que cedimos amablemente el espacio para que se culturizaran (quizá también influyó el que les acompañara una cámara de televisión, creo que betevé). Éstos sí venían con intención de quedarse.
Dejamos así el mirador del aguait de Cal Tet y tras tomar un pequeño refrigerio (alguna cochinada con chocolate), cogemos rumbo al mirador del aguait de Sabogal. Allí nos recibió un pato cuchara (Anas clypeata) algo nerviosillo:

Quizá por haber dejado a su polluelo al cuidado de unos ánsares (Anser anser) protectores:

En ese momento, Nico (que como ya he comentado, suele rastrear el horizonte sagazmente con sus prismáticos) comentó: «aquello de allí, ¿no será una rapaz?….». Y efectivamente… ante la aparente total impasibilidad del resto de los habitantes de la charca, un (probablemente) busardo ratonero (Buteo buteo) se miraba con ojillos golositos el animado entorno:

Lo que no parecía inquietar a los ánades azulones (Anas platyrhynchos) y algún que otro cuchara común (Anas clypeata) juguetón:

De regreso pasamos por el mirador de La Fillola Quatre Hores, dónde solamente nos encontramos con unas cabras pacíficas:

Al pasar frente a la pradera en el que habitualmente hay caballos y multitud de aves, sólo pudimos encontrar, camuflados entre el barrizal, una lavandera blanca (Motacilla alba) y un estornino pinto (Sturnus vulgaris).


Y con esto finalizamos nuestra escapada a la desembocadura del Llogregat… Creo que me ha salido un poco larga esta entrada…
Y la galería completa aquí.