El Delta del Ebro y los flamencos en octubre

Miles de flamencos en La Tancada

El sábado pasado mi mujer Elena, Chema, Katy y yo mismo hemos hecho una escapada al Delta del Ebro. A Katy le encanta pajarear y a Chema… pues bueno… se entretiene con ello. Así que salimos de Barcelona a eso de las 08:00h y un poco más tarde de las 10:00 estábamos pisando tierras del Ebro.

Chema y Katy habían visto un reportaje en televisión en el que afirmaban que había una colonia de varios miles de flamencos en el Delta, así que decidimos comprobarlo personalmente.

Normalmente las agrupaciones más grandes de flamencos se forman en los alrededores de la laguna llamada La Tancada, por lo que ésta era nuestro principal destino. Como el centro de información Casa de Fusta está de paso, tiene zona de pic-nic y está frente a l’Encanyissada (otra gran masa de agua en la que suelen abundar las aves), decidimos pasar primeramente por allí y dar cuenta de los bocatas que llevábamos.

Los bocatas, muy buenos, la zona de pic-nic, muy bien, las aves de l’Encanyissada, escasas y lejanas. Pero lo peor fue la disponibilidad de servicios en el centro de información. Seguramente es un centro privado, que vive de las ventas y de las entradas para ver el Museo Casa de Fusta. Sin embargo, no termino de entender que un lugar que exhibe el logotipo de Centre d’Informació de La Generalitat de Catalunya te cobre la entrada al museo para poder acceder a los WC… Cosas que pasan.

Tras el desayuno proseguimos nuestro viaje hacia La Tancada. Nuestra intención era hacer una primera parada en MónNatura, otro centro de información, seguramente también privado, donde también hay venta de productos locales y una gran zona habilitada para que los que sacan entrada puedan acceder a barquitas para navegar, a unas salinas y a una terraza con unos pequeños telescopios para observar las aves. Es conveniente pasar por allí porque te informan sin compromiso y, además, tienen servicios públicos gratuitos. De MónNatura nos dirigimos ya a la primera zona de avistamiento de flamencos, con aparcamiento y observatorio para aves. La visión desde allí fue espectacular. No soy capaz de decir cuantos flamencos (Phoenicopterus roseus) había, pero más de mil seguro. Estaban lejos y muy estáticos. Hicimos una panorámica (se puede acceder al fichero pulsando sobre la imagen), que no llegó a abarcar toda la extensión que ocupaban las aves:

Estuvimos un rato por allí haciendo fotos. Pudimos ver algún pequeño grupo volando sobre los estáticos:

Otros se acercaron más y se dejaron fotografiar:

Además de flamencos, también divisamos alguna garza real (Ardea cinerea) camuflada y algún ánade azulón (Anas platyrhynchos) exhibiéndose ante una hembra con pinta de aburrida:

A nuestras espaldas, en la zona pantanosa que da hacia al sur, había un pequeño grupo de flamencos algo más cerca y algo más espabilados, a los que les dedicamos también unas fotografías. Se puede apreciar una pequeña bandada de cigüeñuelas (Himantopus himantopus) volando tras ellos:

También capturamos a las cigüeñuelas (Himantopus himantopus) refrescándose un poco:

Volvimos al coche y antes de dirigirnos al restaurante para comer nos pasamos por la Reserva Ornitológica de Riet Vell, finca adquirida por SEO/BirdLife y en la que han organizado un cómodo observatorio de aves con vistas a una laguna.

Allí estuvimos un buen rato y pudimos fotografiar un grupo reducido de unos pocos flamencos:

Pero también vimos más variedad… Por ejemplo, un cormorán (Phalacrocorax carbo) haciendo el suricata:

… algunos zampullines (Tachybaptus ruficollis):

Los siempre habituales ánades azulones (Anas platyrhynchos) y fochas comunes (Fulica atra) (¡y que no falten!):

Algún morito común (Plegadis falcinellus) que sólo se dejó ver en el cielo:

… Unas gallinetas comunes (Gallinula chloropus) picoteando en unos islotes con aspecto artificial…

Y antes de marchar un estupendo ejemplar de calamón común (Porphyrio porphyrio) cruzó la charca delante de nosotros:

Regresamos de nuevo al coche, ya con intención de dirigirnos a degustar una reparadora paellita. Como sucede siempre en el Delta del Ebro, íbamos cruzando arrozales por caminos y carreteras, dejando a un lado y otro grandes cantidades de garzas y similares, que aprovechaban las tierras removidas por la labranza para hinchar el buche. En una de esas ocasiones no pudimos evitar detenernos y fotografiar algún bichejo. Rescatamos de esas fotos alguna garza real (Ardea cinerea) acompañada por unas cuantas garcetas comunes (Egretta garzetta):

Y ya sin más dilación tomamos rumbo a Casa Nuri, donde nos zampamos un arroz negro y un arroz a la marinera que nos sentaron de maravilla.

Aquí finaliza la crónica de un estupendo día de relax en tierras del Ebro. Por si alguien quiere ver la fotos un poco más grandes, aquí dejo la galería con alguna foto adicional…


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