Poco después de la festividad de Reyes, Miguel Ángel y yo quedamos para hacer una escapada a l’Estany d’Ivars i Vila-sana. Aunque en esa zona suele haber mucha niebla durante los meses de invierno, tuvimos la suerte de disfrutar de un estupendo y soleado día de invierno.
Salimos bastante temprano de Barcelona, con el fin de aprovechar la mañana y librarnos de los atascos. Aunque eran las 07:00h, el tráfico ya iba cargado. Abandonamos la A2 en la salida 489, donde hay una estación de servicio y un mesón. Allí tomamos un cafetito y nos dirigimos ya directamente al parking que queda en el lado de Ivars d’Urgell.
Preparamos las cámaras y dimos un vistazo desde el mirador. Enseguida vimos un par de tórtolas turcas (Streptopelia decaocto) en un árbol:

Descendimos hasta la pista que rodea todo el estanque para dirigirnos al mirador del Aiguait d’Ivars. Desde allí vimos poca cosa. Un grupito de ánades azulones (Anas platyrhynchos) a bastante distancia nadaban plácidamente:

Al salir vimos varias palomas torcaces (Columba palumbus) todavía inactivas por el frío de la mañana:

Nos llamó la atención la abundante presencia de rapaces. Vimos varios ejemplares y no conseguimos ninguna buena foto por la distancia y la presencia de vegetación en altura, que confundía al sistema de autofocus de las cámaras. En la foto menos mala que conseguí se diría que se trataba de aguiluchos laguneros (Circus aeruginosus):

Un poco más adelante nos topamos con el primer nido de cigüeñas blancas (Ciconia ciconia), habitado por dos ejemplares con bastante buen aspecto:

Aunque en esta época las cigüeñas suelen haber migrado a zonas más cálidas, en la provincia de Lleida hay un comunidad importante que no abandona estas tierras. El detonante de la migración es la falta de alimento y parece ser que a pesar de la estacionalidad estas cigüeñas consiguen alimentos suficientes para su sustento.
Seguimos hasta el mirador del aiguait dels Saulons del Suat. Desde allí vimos una solitaria focha común (Fulica atra) que nadaba tranquilamente…

A pesar de la distancia con el mar, la presencia de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) es habitual:


Estábamos en el margen sur del lago. Desde allí teníamos visión directa, al otro lado del lago, de Cal Sinén (masía reconvertida en la casa del parque) y junto a ella un poste sobre el que una cigüeña blanca (Ciconia ciconia) reposaba en su nido:


Seguimos nuestro camino hasta el mirador del Termenal. Antes de entrar escuchamos un chapotear e nuestra derecha. Nos quedamos quietos y, entre las cañas vemos moverse una figura… Un esquivo calamón (Porphyrio porphyrio) intentaba pasar desapercibido… pero no lo consiguió:

Ya casi en el extremo más occidental de la pista encontramos un desvío que indicaba el acceso a una balsa de anfibios. Seguimos la pista y al llegar a la balsa no vimos ningún anfibio, como era de esperar. Además, estaba casi seca. De regreso hacia la pista principal nos topamos con un mirlo común (Turdus merula):

Al reincorporarnos a la pista principal una nueva cigüeña (Ciconia ciconia) parecía querer indicarnos por dónde proseguía el camino:

Tomábamos ya la ruta dirección este cuando un nuevo nido de cigüeñas (Ciconia ciconia) apareció en nuestro camino:

Llegamos ya al mirador del aiguait de Vila-sana. Desde él se puede presenciar una estupenda colonia de cormoranes (Phalacrocorax carbo). Pudimos hacerles muchas fotos, aunque ninguna de gran calidad. Al estar en la vertiente norte del estanque teníamos al sol de frente. Esa circunstancia todavía es más crítica en invierno por estar el sol bajo en el horizonte. Fueron fotos a contraluz:




Además de los cormoranes pudimos ver algunos azulones (Anas platyrhynchos) y algunas cercetas (Anas crecca):


Finalmente llegamos a la altura de Cal Sinén. Hicimos un pequeño receso y aprovechamos para comernos un tentempié. Seguidamente nos dirigimos al nido que habíamos visto desde la otra orilla y, no sólo había una cigüeña (Ciconia ciconia), sino que había dos:


Siguiendo nuestro camino nos encontramos con un herrerillo (Cyanistes caeruleus) y un pinzón (Fringilla coelebs):


Recorriendo ya la vertiente del lado este del estanque, unas nuevas rapaces sobrevolaron la zona. Esta vez teníamos el sol a nuestra espalda y los resultados fotográficos fueron algo mejores. Aunque las rapaces se me parecen todas, yo diría que se trataba de un milano real (Milvus milvus) joven:

Un poco más adelante, un pequeño grupo de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis):

De vez en cuando se veía recorrer la superficie del estanque a un grupo muy numeroso y bien organizado de aves. Desde esta posición lo vimos pasar de nuevo. Esperamos a que estuviera un poco próximo y comprobamos que era una bandada de avefrías europeas (Vanellus vanellus):

Una vez cerramos el círculo, que son entre 6 y 7 km, volvimos a dar una oportunidad al mirador del aiguait d’Ivars. En esta ocasión pudimos sorprender a otro azulón (Anas platyrhynchos) y otra cerceta (Anas crecca):


Era ya hora de comer. Nos dirigimos a Ivars d’Urgell, sin destino previsto. Ivars d’Urgell es un pueblecito que ha engalanado sus calles pintando las fachadas con motivos inspirados en las aves del estanque. Amablemente nos indicaron la ubicación de un restaurante y allí comimos.
Antes de regresar a Barcelona, hicimos una pequeña parada en Vila-sana. Es un pueblo rodeado de zona agrícola. Teníamos la esperanza de poder avistar algún ave no acuática interesante. Estuvimos un rato dando vueltas y no conseguimos ver nada suficientemente cercano como para poder fotografiarlo. Justo cuando subíamos al coche, una posiblemente garcilla bueyera (Ardea ibis) un poco embarrada se dejó ver en la copa de un árbol:

Y sin más retraso cogimos camino de vuelta, con idea de evitar los atascos que se producen a esas horas en los accesos a Barcelona.