Como veo que últimamente no hay mucha actividad en este blog, he decidido publicar una entrada con unas fotos que hice hace un par de meses. Me consta que hay gente que tiene nuevo material (del Delta del Ebro, o gracias a una nueva y flamante cámara, por ejemplo) pero parece que no se anima… bueno… a ver si les entra el gusanillo…
A principios de octubre me pasé por El Remolar para hacer una escapada pajarera. No estaba demasiado animada la cosa en cuanto a plumíferos se refiere. El frío no llegaba, y las lluvias tampoco. Pero tuve una pequeña alegría: dicen que la presencia del martín pescador es indicador de salud de las aguas de un emplazamiento. Pues el cuatro de octubre tuve la suerte de tener varios encuentros con estas diminutas aves. La crónica:
Nada más llegar al aparcamiento de la zona visitable de El Remolar divisé unos estorninos pintos (Sturnus vulgaris)…

…que posaron unos instantes para mí.
Tras pasar el control de visitantes y cruzar el Pont de la Vilada (sin ningún ave a la vista a ambos costados del puente), me dirigí a la Bassa dels Pollancres. Normalmente es el mirador que utilizan los colegios para las visitas. En el control de visitantes me habían informado de que en ese día no estaba programada ninguna actividad escolar, por lo que podía estar todo el rato que quisiera en el hide. Al entrar comprobé que estaba solo. No había ningún otro visitante ni fotógrafo. También comprobé que, a diferencia de en otras visitas, empezaba a haber más aves que en los meses previos. Seguían estando lejos, ocupando las posiciones más lejanas del mirador, quizá buscando aguas un poco más profundas. Al fondo observé un grupo de flamencos (Phoenicopterus roseus) reposando entre unas cuantos ánsares comunes (Anser anser):

Los cuchara común (Spatula clypeata), algunos más inmaduros que otros, también estaban por allí:


Y por supuesto, los ánades azulones (Anas platyrhynchos), refrescándose y compartiendo territorio con otras especies:


Entretanto fueron llegando algunos fotógrafos más…
En ese momento lo vi pasar… Como un destello azulado. Ya sabía que se trataba de un martín pescador (Alcedo atthis) porque lo había visto en otras ocasiones. Disparé la cámara hacia donde se dirigía la mancha azulada… El resultado no es muy bueno, pero se aprecia que es un martín pescador:

Conseguí, por lo menos, dejar constancia fotográfica de que por allí había pasado un martín pescador, a muy baja altura, prácticamente a ras de la superficie el agua. Tras estar un rato revisando todas las ramitas por donde había desaparecido el martín pescador (por si se veía posado en alguna de ellas) sin éxito, seguí a lo mío…
Apareció por el lado izquierdo una elegante «patita» (y digo una sin saber si era macho o hembra, pero tenía pinta de ser «una«). Le hice algunas fotos para poder identificarla después:

Tras mirar las fotos tranquilamente en casa… efectivamente, es una gallineta común (Gallinula chloropus) joven. Seguramente estaba haciendo compañía a un adulto que instantes después apareció por allí:


El escudo del pico sobre su frente y los dos tonos del color le delatan…
Unas garcetas comunes (Egretta garzetta) pasaron sobrevolando el estanque:

Y entonces, ¡sucedió de nuevo! Siguiendo la misma trayectoria que el martín pescador (Alcedo atthis) anterior, otros tres pájaros cruzaron la superficie del agua y fueron a refugiarse en el mismo rincón que el predecesor:




Esto supone que, salvo que el primer martín pescador hubiera regresado sin verlo, hay por lo menos cuatro pájaros de estas características en la zona, lo que sugiere, según dicen los que saben, que estos estanques gozan de una buena salud biológica.
Sin casi darme tiempo a reaccionar, al fondo vimos descender una garza real (Ardea cinerea) que se posaba sobre el lago. Hicimos fotos del amerizaje y… algo llevaba en el pico. Al revisar las fotos vimos…

… que llevaba un pescado casi tan grande como su cuello. Una vez estabilizada en tierra estuvo unos instantes recolocando la captura hasta que en un momento la engulló.
Las fochas (Fulica atra), como de costumbre, nos entretuvieron con algo de acción. Es difícil ver dos fochas próximas y que no terminen corriendo una a la otra:




Decidí que ya era suficiente en este mirador y salí en dirección al mirador de La Maresma. Por el camino me encontré un par de libélulas suspendidas sobre un estanque artificial que los cuidadores del parque pretenden sea colonizado por anfibios (de momento con poco éxito):

El mirador del La Maresma estaba lleno de fotógrafos… pero había mucha menos presencia de aves que en Els Pollancres. Quizá el medio no estaba tan sano, o quizá las continuas conversaciones de los humanos sobre sus correspondientes equipos fotográficos espantaban a los visitantes con plumas…
Pero lo cierto es que sobre un tronco artificial, como quien no quiere la cosa, había otro martín pescador (Alcedo atthis) posado:

No podía saber si era alguno de los cuatro que había visto en el otro mirador, pero por la ubicación yo diría que se trataba de uno distinto. Abrí el zoom con la esperanza de poder pillar algún picado del pajarillo… y casi. Pillé cuando abandonaba ese posadero y volaba sobre del agua para situarse en otro posadero más conveniente:



Lo malo de la nueva ubicación es que no se giró ni un momento. En todas las fotos que hice salió de espalda… y finalmente marchó.
Antes de finalizar la visita pude capturar una garza real (Ardea cinerea) que venía… y una garceta (Egretta garzetta) que se iba. Unos vienen y otros van…


Aquí la galería completa, con alguna fotillo más…