Espacios naturales del Delta del Llobregat en el mes de julio

Recién lavado y fresquito

Durante el mes de julio hemos hecho dos visitas a los espacios naturales del Delta del Llobregat. La primera fue el día 4, junto con Miguel Ángel, a la zona del margen derecho del río Llobregat (Ca l’Arana y Cal Tet) y la segunda fue el día 27, con Nico y Miguel Ángel. Debido a la época estival y a la persistente sequía de este 2023 la presencia de aves fue muy escasa. Condenso ambas visitas en una sola entrada.


Día 04/07/2023:

Iniciamos nuestra visita, como es habitual, por el sendero que bordea el margen del río. A mitad de camino nos encontramos un par de flamencos (Phoenicopterus roseus) y algunos patos de difícil identificación:

Poco antes de llegar a la playa, en l’Estany de Ca l’Arana, nos encontramos con una cigüeñuela (Himantopus himantopus), con el agua por el tobillo:

…Y al otro lado del cauce del río, a salvo de miradas, garzas y patos reposan durante las horas de más calor:

Llegamos al Mirador de la de Desembocadura. A estas alturas del año es habitual poder observar la zona de nidificación de diversas variedades de gaviotas en la playa. Esta vez no será posible acceder al mirador. Unas, suponemos que «tranquilas» cabras, han tomado posesión del mismo:

… con lo que nos damos media vuelta y proseguimos nuestro paseo.

Retomamos camino hacia el mirador del Aguait de Cal Tet, donde nos encontramos algún ánsar común (Anser anser) y el casi siempre presente somormujo lavanco (Podiceps cristatus):

Al salir de la caseta de observación nos topamos con una lagartija tomando el sol. Aprovechamos que estaba tranquila con la solana que le estaba cayendo para inmortalizarla:

Proseguimos hacia el mirador del Sabogal. Allí… pues poco movimiento también… Un seguramente joven ánade azulón (Anas platyrhynchos), o hembra (que también podría ser…):

… y la oportunidad de fotografiar libélulas, de distintos colores:

Ante la falta de especímenes plumíferos que fotografiar, una urraca (Pica pica) en la lejanía se deja ver… Habitualmente no la habría fotografiado, no por ser urraca, sino por estar muy lejos, pero…

Otros habitantes habituales de estos estanques son los rumiantes. En este caso, unas sufridas ovejas, algunas con falta de esquilar:

… Y vino a salvarnos de la ruina fotográfica una gallineta (Gallinula chloropus) que, por muy común que sea, nos hizo mucha ilusión que se acercara a nosotros:

Seguimos por el Camí de la Marina, ya en dirección a la salida. Nos encontramos con un pajarillo (passeriforme) que no nos dio mucho tiempo para reaccionar y de difícil clasificación. Eso sí, estaba anillado…

Al llegar a la empalizada del brezal, una bandada de moritos (Plegadis falcinellus) nos sobrevoló. Más tarde, otra de ánsares (Anser anser):

Esta explanada, aunque haya poca agua, suele estar animada. Vimos una garceta (Egretta garzetta) en el suelo y un grupo de ellas en los árboles:

Un chorlitejo (Charadrius dubius) muy camuflado y otro pajarillo de imposible clasificación en la rama de una zarza:

Ya en retirada se cruzaron con nosotros un grupillo de jilgueros (Carduelis carduelis). El único que se quedó a tiro de cámara fue éste:

A juzgar por el aspecto de su plumaje, hoy no había sido un buen día…

Y fin de la excursión del día cuatro.


Día 27/07/2023:

El día 27 quedamos para hacer una vista a los humedales del Delta de Llobregat Miguel Ángel, Nico (que dejaba de lado sus prismáticos y se concentraba en una cámara para inmortalizar los momentos memorables) y yo mismo. Éste es el resultado de la visita a ojos de Nico.

Nos dirigimos en primer lugar al Remolar, en concreto al mirador del Aguait de la Maresma. La visión de la charca fue desoladora: sequía total y terreno cuarteado por la misma. Ningún animalillo vivo se dejó ver. Como curiosidad he buscado fotos de este estanque en años anteriores y este es el resultado:

En todas las fotos se ve escasez de agua, pero comparando años se aprecia un avance de la sequía. En 2022 un chorlitejo (Charadrius dubius) revoloteaba sobre una fina lámina de agua, pero por lo menos había algo de agua… Este año… nada…

Así que nos desplazamos al Aguait de la Bassa dels Pollancres. Por el camino nos topamos con otra lagartija que también se dejó fotografiar:

Como era de esperar, en la Bassa dels Pollancres tampoco es que hubiera una gran variedad de aves, pero algo había.

Al fondo, medio ocultas por los cañizares, unas garcetas comunes (Egretta garzetta) y unos tarros blancos (Tadorna tadorna) se intentaban refrescar como podían:

Más en primer plano, unos ejemplares jóvenes de ánade azulón (Anas platyrhynchos) se esmeraban en revolver el fondo cenagoso de la charca:

Probablemente se trataba de un rico alimento, o quizá, escaso alimento, porque incluso asistimos a alguna trifulca por la competencia de dicho lodo caldoso…

Parece que el que empezó la pelea tuvo que salir por patas… claro, el otro llevaba más tiempo tragando y estaba mejor alimentado…

En cualquier caso, una vez satisfechos se desplazaban a una zona con el agua más clara y se lavaban a fondo, hasta eliminar los restos de lodo:

También se presentó una garza real (Ardea cinerea) que llegó volando y se camufló junto con sus congéneres lejanos:

E hicieron acto de presencia algún somormujo (Podiceps cristatus), focha (Fulica atra),…

A la vista de la escasez de espectáculo, decidimos dirigirnos a les Basses de Can Dimoni. Últimamente poca variedad hemos visto allí, pero le daríamos otra oportunidad a los abejarucos. A ver si teníamos la suerte de ver alguno en mejores condiciones que la vez anterior, en mayo. Cogimos los coches y nos dirigimos para allí. Al llegar, en lugar de dirigirnos al estanque, fuimos hacia los eucaliptos que les sirven de posadero. No vimos ningún abejaruco. En su lugar, había un campo recién labrado a mano derecha del camino. Un concurrido grupo de gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) y gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus) estaban aprovechando el frescor de la tierra revuelta y si se daba la oportunidad, alguna que otra lombriz:

Regresamos al estanque y únicamente pudimos ver un grupito de cerceta común (Anas crecca) aún inmaduras en la distancia, al otro extremo del estanque:

Podría tratarse de azulones, también inmaduros. Pero dado que en ningún momento vimos el reflejo azul del costado, vamos a pensar que son cercetas…

Como todavía nos quedaba un rato para ir a comer, decidimos darle una oportunidad a la zona del Cal Tet. Otra vez coger coche y pasar al otro lado del aeropuerto…

Íbamos ya justos de tiempo, por lo que nuestra visita se limitaría al Aguait del Sabogal, donde no encontramos ningún ave. De regreso al brezal conocido como Maresmes de Cal Nani vimos unas ovejas pastando y una banda de (probablemente) estorninos (Sturnus vulgaris) cruzando el cielo:

De camino de vuelta tuvimos la suerte de que una hermosa libélula…

…y unas amables mariposas…

… posaran para nosotros. ¡Hasta empieza a ser difícil cruzarse con una mariposa!

Y con este pobre reportaje cerramos la narración de nuestro pobre periplo de julio.

A ver si la llegada del otoño nos trae algo de lluvia y algo de variedad plumífera…


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